Interesante comentario para desahogarse

Anónimo dijo...

Estoy estupefacto de tanto capullo como nos dirige, tan ciegos, tan incompetentes, tan clasistas, tan a piñón fijo, tan lo primero soy yo. Vamos a blindarnos las pensiones, y vamos a seguir meándonos en la cara de los ciudadanos y decirles que llueve, a estas hordas de gilipollas que se lo tragan todo, ruidosos, venales, alegres, juerguistas, semianalfabetos, escaqueantes, pagados de sí mismos y cretinos que nos sueltan cada año miles de sus euros para que nos los “fundamos” en aparentar que somos alguien.El Gran Pacto de la Transición Española, el Estado de la Autonomías, ha devenido un enjuague por el que los más espabilados de entre vencedores y vencidos de la Guerra Civil Española se reparten los impuestos de los “tragajadores”.
17 presidentes, 17 gobiernos, 17 parlamentos, 17 consejerías de inmigración, de cultura, de trabajo, 17 de interior y 17 de exterior, 17 haciendas, 17 TV públicas para moldear la realidad al gusto del cacique, 17 flotas de autos de importación tuneados, 17 fronteritas con 17 aduaneritos cobrando derechos de paso por crear 17 legislaciones con las que dividir los derechos y obligaciones de los ciudadanos y montar 17 negociados donde gestionar las diferencias de derechos y obligaciones de los ciudadanos, 17 patios de Monipodio donde partir y repartir el bacalao entre enterados, 17 chiringuitos desde los que meter la mano en el bolsillo de los “tragajadores”...
Hay que clausurar las autonomías, reformar totalmente la constitución y meter en la cárcel a todos los responsables políticos y judiciales de este desastre en el que nos han metido.
El problema real está en lo que hay detrás de él, la mafia de unos bastardos en los partidos que han hundido una nación a base de ignorancia, avaricia, prepotencia, hipocresía y ruindad, a través de las normas con que han articulado este estado actual de miseria.Esto explica nítidamente lo que está pasando y describe con pulcra exactitud a que se reduce –salvo algunas excepciones que brillan como la luz de una faro lejano en un océano de mierda- la sociedad civil española: hordas de gilipollas semianalfabetos.